Hasta el año 123 A.c. en Mallorca convivían los fenicios, griegos y los cartagineses que se dedicaban al comercio marítimo en tiempos de expansión comercial y colonial de Cartago. Estos pueblos tenían rutas comerciales por todo el Mediterráneo, es por eso que en la costa mallorquina se pueden encontrar barcos y restos arqueológicos como ánforas, collares, metales…etc de esta época hundidos; son éstas una de las razones del éxito del buceo en Mallorca.

Roma conquistó las Islas Baleares el año 123 A.c por el emperador Cecil Metel, en esta época se impone la cultura romana dentro de la sociedad isleña, con esta romanización se construyeron varias ciudades como Pollentia (en la actualidad Alcudia ) y Palma. Los romanos tenían interés en Mallorca por su valor en las rutas de navegación por su situación geográfica. Los romanos introdujeron nuevas técnicas tanto en la construcción, ganadería, agricultura y cultivos, destacando la producción de trigo y vino.
El nombre de Mallorca es de origen romano, "Balearis Major", que quiere decir "isla más grande”.

En el año 903 d.C los árabes conquistaron las islas. Hay varias ciudades fundadas por los árabes como es un gran ejemplo Alcudia, cuyo nombre es de origen musulmán y donde encontramos muchas construcciones de esta época que son un gran patrimonio para la historia de Mallorca.

Los árabes gobernaron la isla hasta la conquista en el año 1229 del rey Jaume I de Aragón.
Hubo una gran prosperidad económica en el reinado de Jaime I, donde se construyo la Seu ( catedral de Palma), los palacios de la Almudaina, el Castillo de Bellver entre muchas otras construcciones. Actualmente podemos encontrar una estatua de Jaume I en la Plaza de España de Palma de Mallorca.

A principio del siglo XX se intentó de fomentar el turismo en Mallorca con la creación de carreteras y complejos públicos dedicados a esta actividad, pero todo se vio interrumpido por la II Guerra Mundial y la Guerra Civil Española.
Es después en los años 60 cuando se produce el boom turístico, que hizo crecer la economía, con grandes movimientos de visitantes que hizo posible la creación de hoteles y otros complejos turísticos.